¿Nunca habéis querido abandonarlo absolutamente todo e iros a cualquier lugar del mundo a dejaros morir de frío y hambre?
Al decir lo de morir de hambre se me ha venido a la cabeza estas dos ultimas semanas, en las que he comido demasiadas cosas prohibidas.
Parece una tontería, pero el echo de no haber podido seguir con la dieta me a echo sentir horrible, me doy asco, me odio, soy débil, no puedo conseguir nada que me proponga, no valgo para nada. Nunca seré capaz de ser una persona normal. Soy ... no se ni lo que soy.
No entiendo como hay gente a la que no le da asco estar a mi lado, no entiendo por qué tengo amigas, no entiendo por qué tengo familia. No merezco nada de esto.
Aunque qué es la familia y que es la amistad? Solo son personas que de alguna manera o otra nos hacen débiles.
El amor es la muerte, querer a alguien no es más que un suicidio.
Vamos Dahy, mírale el lado bueno. Lo grandioso de las dietas, es que a diferencia del suicidio (una vez que lo consigues), siempre te permite una segunda oportunidad (y una tercera, cuarta, quinta, sexta... etc.).
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