26/06/2013

Veo como todos se quejan de la distancia, de lo lejos que están de la persona a la que aman o simplemente quieren.
Yo podría hacer lo mismo, pero creo que soy inmune. Como a esas enfermedades que pasadas una vez en la infancia ya no vuelven a aparecer.
No paro de despedirme de las personas a las que quiero y sé que esto no parará de suceder mientras siga viva.
Me pregunto si todo esto tendrá algo que ver en mi incapacidad de amar realmente a alguien, miedo a perderle.
Yo nunca, nunca le diré a alguien que siempre estaré a su lado, no puedo, no podría mentir tan descaradamente en algo tan importante. Pero tampoco prometo no hacerlo realmente nunca.
Hubo una época en la que pensé seriamente si sería una mentirosa patológica, ahora creo que no lo soy, pero no aseguro nada.

Fue un abrazo cálido, un tanto incomodo. Largo, aunque no lo suficiente. Su pelo olía a miel. Sonreí y creo que ella también lo hacía.
Ella dice que la volveré a ver en unos meses, pero no sé porque precinto que no. Algo me lo dice, mi alma talvez.

Han pasado horas y aún siento como sus brazos me rodean y su pelo se enreda en mi nariz.

Quiero oscuridad, puede que un poco de vieja música y un cigarrillo. Aunque no fumo.


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